6/8/1980 Final Copa Libertadores de América Nacional 1 Inter 0 Waldemar Victorino Estadio Centenario Montevideo, Uruguay ____________________________________________________________________________________________ Cuando el equipo de Nacional piso el estadio Centenario la noche del 6 de agosto de 1980, el recibimiento de su público fue sencillamente extraordinario. Cuentan los memoriosos que las bengalas arrojadas cubrieron el campo de juego transformando el escenario en una escenografía tremenda. No se veía nada. No hacía falta. El campo y el empuje de su gente serían claves para lo que vendría. En la primera final jugada en Brasil, el equipo uruguayo había logrado un empate con mucho olfato a victoria. Sin embargo, su público marcaría la historia con uno de los hitos más espectaculares del pueblo uruguayo. Miles y miles de hinchas viajaron a territorio brasileño para teñir de blanco, azul y rojo las tribunas del estadio del Inter (Porto Alegre). En Uruguay, el equipo conducido por Martín Mújica, de solo 38 años, jugaría una auténtica final. Sobretodo porque el Inter no se quedó atrás. El partido fue muy intenso. Nadie se regaló nada. Fue mucho lo que estaba en juego. Waldemar Victorino terminó siendo marca de grandeza. Acompañado de un notable equipo de grandes jugadores. La experiencia y la juventud síntesis perfecta de lo vivido. Fue un partido muy duro. La jugada del gol fue un símbolo de lo que había que hacer para ser campeón. Anticiparse al rival. Tener una jugada que sorprenda y rompa el equilibrio del juego. Y esa jugada llegó. A los 35 minutos del primer tiempo. Víctor Hugo te lo contaba de esta forma.